
1. Estás pasando por algo. No sé por lo que estás pasando, pero claramente es algo significativo y cuando estás pasando por algo significativo, deberías honrarlo de la mejor manera posible: simplemente dejando que suceda.
2. No sirve de nada luchar contra esto. Solo lo empeorarás juzgándote a ti mismo.
3. Sé amable contigo mismo. Cuando aceptes que las cosas van mal y que es algo temporal te sentirás mucho mejor.
4. ¿Recuerdas la última vez que las cosas estuvieron mal? Lo superaste, así que ese momento debe ser un recordatorio de lo que eres capaz de soportar.
5. Lo estás haciendo lo mejor que puedes. Incluso si las cosas no se ven muy bien, estás haciendo lo mejor que puedes y manejándolo como puedes. Eres tu juez, así que puedes resolver esto, pero lo más probable es que lo estés haciendo bien. Intenta llamar a tus padres o a alguien muy cercano, eso te tranquilizará.
6. No te emborraches. Sabes que vas a terminar llorando. No seas esa persona.
7. A menos que realmente necesites ser esa persona. Lo entiendo. A veces, lo único que te sacará de un caos es emborracharte y llorar. Así que no te sientas mal por hacerlo, pero no abuses.
8. Esto también pasará. Literalmente, siempre pasa. Sabes tan bien como yo que en un segundo puede cambiar todo. Solo sé paciente y espera ese momento.
9. Todo es crecimiento. Quien dijo que el crecimiento personal era un proceso lleno de alegría, amor y tranquilidad era un mentiroso. ¡Es un trabajo arduo! ¡Duele! ¡A veces apesta! Pero, no te preocupes, estás creciendo, lo intentas, lo que significa que te importa.
10. Estás vivo, las cosas no funcionan exactamente a tu favor en este momento, pero estás viviendo, estás respirando y lo estás superando. Sigue adelante. Un día todo será historia, un recuerdo de una versión pasada de ti mismo. Continuarás, porque de eso se trata la vida. Es una colección de momentos: encantadores, hermosos, tristes, decepcionantes, frustrantes, alegres. Todos son tus momentos. Llévalos contigo.