Todos hemos llegado a fijarnos en una persona que nos parece imposible o inalcanzable. La principal razón por la que podemos llegar a creer que alguien es imposible para nosotros, es porque hay algún factor que nos hace sentir insuficientes o que no poseemos los atributos (físicos, sociales, intelectuales o económicos) para que esa persona se fije en nosotros.
Cuando alguien llama nuestra atención, es porque nos gusta la idea que concebimos de esa persona y los llama a conocerla. Para que un amor sea correspondido, nosotros debemos poseer también características que le resulten atractivas a la otra persona.
Cuando nos fijamos en alguien inalcanzable, puede ser porque notamos en esa persona características a las que nosotros aspiramos a tener. La pareja que elegimos generalmente tiene cualidades y defectos que, si bien no son idénticos a los nuestros, llegamos a percibir inconscientemente una identificación. Así que la persona que nos parece inalcanzable, puede ser alguien que posea virtudes que nosotros mismos poseemos y son muy álgidas o simplemente es alguien que proyecta mucho bienestar y estabilidad, por lo que nos resulta sumamente atractivo.
Es posible que a lo largo de la vida siempre nos encontremos con amores imposibles, pero si nos enfocamos a encontrar ese bienestar y estabilidad en nuestras vidas, atraeremos a nosotros a personas que estén en esa misma sintonía. Nos dejaremos de sentir insuficientes y buscaremos siempre a personas que valoren lo que somos y lo que ofrecemos porque nosotros mismos estaremos seguros de ello, haciéndonos sentir completos sin la ayuda de nadie más y eso nos hará sentir más seguros y, ¿a quién no le parece atractiva una persona segura de sí misma y que es emocionalmente independiente?
Así que el amor imposible puede siempre ocurrir en gustos efímeros, pero a su vez podemos convertirnos en la mejor versión de nosotros mismos, atrayendo así a gente similar.