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La persona correcta no tiene que ser perseguida

Aprendí por las malas que no puedes convencer a alguien de que te ame. Cuando era joven, pensaba que era romántico luchar por el afecto de alguien. Confiaba en que cuanto más lo intentara, más cerca estaría de conquistar un corazón sin emociones. Todo lo que quería era estar con esa persona y pensé que si insistía, eventualmente se sentirían de la misma manera.

Que equivocada estaba. El hecho es que el amor no tiene que ser tan difícil. Si tiene que adaptarse y comprometerse todo el tiempo, es probable que no lo valoren. Si sientes que siempre eres tú quien inicia los planes, probablemente no te extrañen tanto. Si tiene una duda persistente sobre su relación, no lo piense más y haga una revaluación de la relación.

La realidad era que no creía que mereciera el amor. No creía que fuera lo suficientemente buena para que alguien me eligiera. No creía que mereciera ser la prioridad de alguien, su primera y única opción. No me defendí por cómo me trataron. No me amaba lo suficiente para alejarme en el momento en que la relación se volvió tóxica.

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Lo que aprendí es que si bien no puedo cambiarlos, puedo controlar mis acciones. No puedo hacer que se enamoren de mí, pero puedo amarme a mí mismo al máximo y ponerme primero en todo lo que hago. No puedo cambiar su opinión acerca de mí, pero puedo elegir un amor incondicional. No puedo garantizar que me amarán para siempre, pero puedo cultivar una relación de amor propio para toda la vida conmigo misma.

Una relación requiere un esfuerzo mutuo. La persona correcta te amará de la manera que te mereces. No será perfecto, pero siempre se esforzarán por darte lo mejor que tienen. Hay un cómodo silencio cuando ambos están juntos. Te das cuenta de que eres capaz de abrirte con esa persona desde tus recuerdos más dolorosos hasta cosas que nunca le has contado a nadie.

Con la persona adecuada, el amor es fácil y no tienes que esforzarte demasiado. Puedes decirles cualquier cosa y la conversación fluye naturalmente. Hay comunicación abierta en lugar de juegos y engaños. No importa lo que hagas ni a dónde vayas porque estar con esa persona siempre será una aventura. Estás ansiosa por vivir la vida con él.

El amor te permite abrazarte a ti misma. Te inspira a crecer a una mejor versión de ti. Con la persona adecuada, te sientes cómoda siendo tú. No sientes que estás compitiendo por su tiempo o su afecto. El amor es mutuo y los dos siempre se eligen. Sin importar los obstáculos que se avecinan o las incertidumbres que acechan en la oscuridad, ambos permanecen comprometidos y fieles el uno al otro.

Quiero decirte que no importa lo mucho que te hayan lastimado en el pasado, volverás a encontrar el amor. La mejor parte es que encontrarás el que te mereces sin tener que perseguirlo.

Portada: Edgar Hernández