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¿Qué hacer para no sentir rencor?

Existen muchas maneras de autodestruirse: Las adicciones, los malos hábitos de alimentación, no hacer ejercicio son algunas de ellas, pero más allá de lo externo, el permitir que nuestra mente abrigue odios y rencores en contra de otras personas, puede ser lo más perjudicial para nuestra salud.

Cuando nos hacen cosas que perjudican nuestra estabilidad, ya sea porque actuamos mal o porque no les simpatizamos a otros, nos empiezan a hacer daño de muy diversas formas:

Hablando mal de uno, o provocando que en la escuela, en el trabajo, en la convivencia con la familia política o con los vecinos, provoque que las responsabilidades que tenemos en la vida diaria, no puedan ser realizadas de la mejor manera, teniendo como consecuencia que nos enfademos.

Y nos dejamos llevar por ese sentimiento tan negativo. Empieza a funcionar inadecuadamente el cerebro porque suponemos que esas personas están tramando nuevas formas de atacarnos.

El hígado es el primero en resentir esta actividad cerebral, al segregar la bilis que inmediatamente empezará a envenenar a este y otros órganos como los riñones, el estómago, el corazón y así seguirá esa invasión de veneno a otras partes de nuestro organismo.

Se dice que el rencor está muy ligado a la terrible enfermedad que aqueja hoy en día a un porcentaje muy alto de la población: el cáncer.

¿Qué hacer para evitar tan funestos resultados?
Si es posible, hablar con las personas motivo de nuestros enojos, hay que preguntarles, ¿qué hice mal? o, ¿Cuál es la causa por la que te caigo tan mal? En muchas ocasiones, hablando se desvanecen loa problemas.

Pero si no es posible resolver el problema que nos está molestando, ignora a esa o esas personas (ya será cosa suya si quieren seguir con sus peleas). Si es posible alejarse de ellas, hay que hacerlo dejando atrás el problema sin pensar más en él.

Hay que vivir la vida siendo feliz de lo que tenemos.