Cuando amas a alguien, no dejas que el romance se desvanezca. No la tratas como princesa cuando la estás enamorando y luego la descuidas. No das las cosas por sentado. No olvidas la suerte que tienes de tenerla a tu lado.
Cuando amas a alguien, debes esforzarte todos los días. A veces, eso significa hacer pequeñas cosas, como lavar los platos cuando es su turno porque llega tarde al trabajo y no tiene tiempo para hacer todo antes de irse.
A veces, el esfuerzo significa usar el suéter que te regalaron en tu cumpleaños, aunque no sea tu color favorito.
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A veces, el esfuerzo significa enviarle un mensaje de texto cuando pasas comprando comida, de modo que puedas llevar algo para compartir en familia.
A veces, el esfuerzo significa reírse de los chistes de tu padre incluso cuando no son divertidos para causar una buena impresión.
A veces, el esfuerzo significa elegir una película que sabes que le gustará en lugar de elegir la que a ti te gusta.
A veces, el esfuerzo significa dar un cumplido detallado por su nuevo corte de pelo o atuendo para que sepan que no solo estás diciendo que te gusta para halagarlos.
A veces, el esfuerzo significa sostener su bolso o colgar su chaqueta sobre tu hombro para que sus manos estén libres.
A veces, el esfuerzo significa enviarles un mensaje de texto cada cierto período de tiempo para que no se preocupen por dónde estás o cómo estás.
A veces, el esfuerzo significa gastar un poco más en el supermercado para poder comprarles su marca favorita de cereal o champú.
A veces, el esfuerzo significa llamarlos por teléfono en lugar de enviarles mensajes de texto porque ya pasó mucho tiempo desde la última vez que escuchaste su voz.
A veces, el esfuerzo significa subir una foto juntos a tus redes sociales para recordarles lo orgulloso que estás de tenerla en tu vida.
A veces, el esfuerzo significa planificar una escapada de fin de semana para que tu pareja tenga la libertad de disfrutar el viaje.
A veces, el esfuerzo significa conducir millas para visitar a sus padres o ir a algún evento especial al que ni siquiera quieres asistir, porque sabes que la hará feliz.
A veces, el esfuerzo significa decir: “Te amo”.
A veces, el esfuerzo significa darle un beso cuando llega a casa del trabajo o tomarle de la mano mientras van en el auto y escuchan su canción favorita.
A veces, el esfuerzo involucra las cosas pequeñas, las cosas que toman dos segundos para hacer. Pero a veces, las cosas pequeñas son las que más importan.
Portada: Victoria Volkova