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Su mamá y amigas no me querían cerca

¿Te has preguntado qué es lo que hace una relación exitosa?, muchas personas responderán que el sexo, otras te dirán que es la atención, y un par sabrán que el hecho de que una relación perdure en el tiempo lo define el qué tan bien te adaptas a tu pareja. Qué tan bien encajas en su vida.  

Y no es algo de un solo sentido, pasa con ambas partes. Si queremos quedarnos en la vida del otro, con el paso del tiempo, vamos a tener que adaptarnos a ciertas circunstancias que van más allá de un nuevo peinado.  

Sin embargo, están estos factores que no siempre influyen, pero lo mejor es que fluyan desde el inicio. Como es el tema de sus otras relaciones. Y no, no me refiero a relaciones amorosas, si no el tipo de afecto que mantiene con sus familiares y con sus amigos.

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Lo menos que queremos al empezar una relación es desatar una guerra. Sentirnos tan incómodas al no ser recibidas en su casa, por ejemplo. Existen casos donde esto realmente no les importa, pero otros toman el hecho de que sus parejas sean aceptadas muy en serio.  

Entonces, es ahí donde empezamos a reinventarnos para sacar lo mejor de nosotras. Sabemos que esas dos, o tres, primeras reuniones con sus familiares, y amigos, definirán qué tan bien nos llevaremos con ellos en el futuro. Y, en algunos casos, si nuestra relación logrará vivir para ver otro día.  

Existe al menos una persona que queremos agradar, sin importar que. Y esa es la madre. Aunque sabemos que, en la mayoría de los casos, estos seres tan primordiales en la vida de nuestras parejas creen que nunca existirá nadie tan bueno para ellos, nosotros sentimos la necesidad de, al menos al inicio, intentar demostrarle lo contrario.  

Aún recuerdo como me temblaban las piernas cuando mi novio me estaba llevando a su casa por primera vez. Y, cuando entré, a quien conocí primero fue a su padre. Que, como era de esperarse, resultó ser muy amable. Sin embargo, al ver a su madre, supe que no sería una relación fácil.  

Y todo se complica aún más cuando la madre, hablando de nuevo en general, siempre le ha puesto el ojo a otra chica, o a cierto tipo de chica, porque le gustaría que su hijo formara una familia con ella.  

Y, por supuesto, es muy difícil llenar todas las casillas de requerimientos de una madre para ser apta para casarse con su hijo. Aunque algunas no tienden a ser tan antipáticas, siempre existirá ese detalle que nunca haremos como ellas. Y está bien, aunque no lo esté en sus cabezas.  

¿Y qué ocurre con sus amigas?, es decir, cuando no conocemos a nadie del círculo de nuestro novio lo más difícil es intentar integrarse con ellas. Y es que, veamos, yo también soy mujer y, cuando un amigo introduce a su pareja a nuestro círculo, siempre tenemos esa pequeña espina de qué es lo que busca realmente.  

Si me preguntas, mi inicio fue difícil. Con su madre me llevó más del primer mes poder sentir que realmente era recibida en su casa. Y, aun así, “olvidó invitarme a su cena de cumpleaños” el primer año que estuvimos juntos. ¡Qué casualidad! 

Pero el verdadero problema eran sus amigas, sobre todo aquellas que le decían “Vayamos sin ella” sólo porque no les parecía un buen partido del todo. Me alegra que, al pasar el tiempo, me haya logrado ganar la aprobación de personas que realmente no me importaban en lo absoluto.

Portada: Rosie Fraser