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Mi amiga se enamoró de mi novio

Siempre escuchamos a nuestros padres decir, a lo largo que crecemos, que las relaciones que formamos en la vida si importa. Y que mientras más amigos seamos capaces de hacer, será mucho mejor para todos los aspectos de nuestra vida. Pues, siempre tendremos a alguien cerca.  

Pero, ¿es la amistad realmente la relación más fuerte que debemos procurar guardar o se puede ver corrupta y, solo en algunos necesarios, ser necesario perderla?, porque si, duele perder a un amigo. Duele perder a cualquier persona. Pero existen escenarios que nos obligan a aceptar la pérdida.  

Es importante saber también qué es un buen amigo, y quién es sólo un conocido. Porque, ciertamente, no podemos esperar que todas las personas que conozcamos sean nuestros amigos. De hecho, en algunos casos, habrá alguien con quien no nos llevemos en lo absoluto, pero debamos convivir de una manera cordial.

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Y es que, siempre y cuando seamos cuidadosos con las relaciones que formemos, no debería existir ningún tipo de problemas. Aun así, la vida no es perfecta. Los problemas no tardan en llegar, y a veces suelen aparecer de la manera que nosotros menos esperábamos. Como si te golpease quien menos creías que lo haría.  

Siempre buscamos compartir los mejores momentos de nuestra vida con nuestros amigos. Como también los malos, buscar su apoyo, y dar el nuestro cuando es necesario. De hecho, cuando tenemos más de una amiga, nunca está de más el querer juntarlas y compartir con ambas personalidades.  

Sin embargo, debemos ser capaces de reconocer cuando las cosas no pueden compartir. Por ejemplo, ese nuevo labial que te ha quedado de maravilla y no quieres que se gaste. O ese pantalón que no te arriesgas a perder y no quieres prestárselo a nadie más, aunque lo pidan una y otra vez.  

De esa misma manera tenemos que ser egoístas también con nuestros tipos de relaciones. Como cuando tenemos un novio. Aunque está bien mezclar una relación amorosa con una amistosa de vez en cuando, se debe entender que ambas necesitan su tiempo por separado para que nada se salga de lo normal.  

Después de todo, si ocurre alguna mezcla extraña, las personas que más sufriremos seremos nosotros. Porque tenemos que tener en mente que, cuando unimos a dos personas, siempre existe la posibilidad de que se lleven tan bien, que quieran empezar a pasar tiempo sin nosotros.  

Y sí, eso fue lo que me ocurrió a mí. No me culpen, no tenía ningún tipo de experiencia. Era mi primer novio, y no quería que mi amiga sintiese que la estaba dejando de lado por él. Por lo que la invitaba a ir con nosotros a comer, al cine, o cualquier lugar que tuviese la oportunidad.  

En ese momento no entendía muy bien cuando mi mamá me decía que tenía que separar una relación de la otra. Para mí era más sencillo tenerlos a los dos cerca. Hacer que ambos se llevasen bien. Y quizá sí, no hay ningún tipo de problema con ello. Pero mi amiga no era tan leal a mi como creía.  

O quizá era mi novio quien debió ser más leal, aunque en un principio no estaba de acuerdo con las salidas de trío. Lo cierto es que, de un momento a otro, comenzaron a hablarse por mensajes privados y a darse cuenta que tenían más de 1 cosa en común, y obviamente no tenían nada que ver conmigo.  

Cuando me di cuenta ya era demasiado tarde. Había ayudado a crear una relación casi tan buena como la que tenía yo con estas personas. Y estaba siendo dejada de lado. No me gustaba. Era muy obvio, mi amiga se enamoró de mi novio, y yo no tuve más opción que dejarlos ir a los dos.

Portada: Roberto Nickson