Saltar al contenido

No puedo evitar amarlo, aunque me haga daño

¿En qué momento de nuestras vidas nos volvemos tan rebeldes?, ¿cuándo nos programamos para sentir una gran necesidad hacia aquello no que no deberíamos hacer, o tener?, ¿en qué punto comenzamos a desarrollar ese interés por las cosas que deberíamos evitar a toda costa? 

Porque no siempre tiene que ser así, pero, en algunos casos, no importa qué tan malo, o peligroso, sea un escenario para nosotros. Igual nos aferramos a él como si esto fuese lo único que tuviésemos. Como si no existiese vida después de ello. Como si nosotros no pudiésemos vivir con ello.  

Y no necesariamente estoy hablando de situaciones que tienen que ver directamente con otras personas. Es un problema que muchos experimentamos a nivel general. Aunque es algo que se nota más en la adolescencia, es algo con lo que tenemos que luchar el resto de nuestra vida.

También te puede interesar: Como ser un buen novio

Como cuando somos mayores, y tenemos algún tipo de problema en la salud, y nos prohíben algunos alimentos. Sabemos que no los deberíamos consumir, porque nos hacen daño, pero eso no hace que nosotros dejemos de amarlos. Y querer probar al menos un poco de ellos de vez en cuando.  

Afortunadamente, existen muchas maneras para poder engañar al paladar. Como todos aquellos productos dietéticos, y naturales, que nos sirven para cuando consumir azúcar no nos hace ningún bien. Pero no es lo mismo cuando se trata de amar a personas que sabemos que nos hacen daño. No es ni la mitad de sencillo.  

Aunque, por más que busquemos una versión “más sana” de la persona que nos gusta, nunca la encontraremos. Y eso es algo que debemos aceptar si no queremos seguir repitiendo los mismos errores una y otra vez. Fracasando en un asunto tan importante, como lo es el amor.  

Pero, ¿en qué momento nos damos cuenta de que alguien que amamos nos está haciendo daño?, ¿ocurre cuando se da el primer escenario donde salimos lastimados, o nos toca ese momento de iluminación aún después de que nos hemos visto forzados a sacarla por completo de nuestra vida? 

Porque es algo que puede variar. Algunas personas se dan cuenta de que están a punto de sufrir como nunca con alguien y tienen el poder de sacarlas de sus vidas en ese preciso instante. No quiere decir que el amor sea menor, o duela menos, pero si son acciones que salvan de empeorar las circunstancias.  

Porque existen ese tipo de personas que, cuando comienzan a ser dañadas dentro de una relación, creen que pueden salvarla. O que llevan mucho tiempo juntos como para deshacer la unión. Lo que, al final, termina por hacer mucho más daño que, simplemente, alejarse.  

Existe ese tipo de personas que, aunque han sufrido más de lo que han gozado, no se dan cuenta que les hicieron tanto daño hasta después de la separación. Y siguen sufriendo porque no pueden evitar amar a su ex pareja. A su antiguo amigo. O hasta ese familiar tóxico.  

Porque no se trata simplemente de una relación de pareja. Podemos amar a todo tipo de personas de todo tipo de maneras. Pero, cuando nos hacen daño, sólo tendremos una cosa en común: el daño. Y si no somos capaces de amarnos a nosotros mismos más, y alejarnos, sufriremos por mucho tiempo.  

Yo también he estado en situaciones donde pienso “no puedo evitar amarlo, aunque me haga daño”. Pero el amor que siento por mí misma es mayor, y es lo que me ha ayudado a entender lo que realmente es bueno para mí. A comprender que no todas las historias terminan en “y fueron felices por siempre”.

Portada: _Mxsh_