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Recuerda que no estás solo

Hoy quiero escribirle a todo aquel que me lee y que ha visto su nombre entre líneas de alguno de mis textos. A quienes tiene miedo de caer porque saben que no tienen quien les salve y les libre de esa caída que les romperá en mil pedazos. A quienes tienen miedo de mostrarse tal y como son porque la sociedad se ha empeñado en poner etiquetas y dependiendo de cual sea la tuya te irá mejor o peor.

A los que lloran a escondidas porque son tan vergonzosos que sus lágrimas no salen ante cualquiera. A los que se esconden en su propio cuarto para huir de un mundo en el que sienten que no encajan y donde al menos ahí logran sentirse a salvo.

A los que se levantan sin ganas de seguir y se preguntan si ese será el último día en que sean capaces de mantenerse en pie. A los que piensan en el suicidio como vía de escape porque el sufrimiento y el dolor es tal que hace que la vida les duela cada día un poco más. A los que se auto lesionan y no por gusto propio o llamar la atención, sino porque llevan tanto tiempo conviviendo con el dolor que necesitan sentir algo diferente que les haga ver que siguen vivos.

A los que se miran al espejo y no se reconocen, a los que luchan contra viento y marea contra un trastorno alimenticio que no les suelta, y no porque ellos no quieran salir adelante, es algo mucho más complicado que dejar de comer o provocarse vómitos. Es mirarse y no gustarse, verse gordo aún estando en los huesos, querer adelgazar cada día más sabiendo que nunca estarás conforme con lo que llegues a pesar. Porque al final el problema no es del cuerpo sino de la mente, de los pensamientos que tienes y que por mucho que quieras, no se van. De las voces que te gritan que estás cada día peor y que das asco y que la cantidad de complejos que la sociedad alimenta para que sigan creciendo.

A quienes han perdido personas y a quienes se sienten solos en medio de una multitud en la que piensan que no encajan. A quienes han deseado desaparecer e irse lejos y empezar de cero en algún otro lugar del mundo donde nadie les conozca y donde poder ser ellos mismos.

A los que se quedaron vacíos al darlo todo por personas que a la primera de cambio salieron huyendo de su lado, dejándoles solos a la deriva en un mar donde las olas cada vez son más grandes y a ellos les cuesta seguir a flote.

A todos ellos quiero decirles que no pasa nada por caer y romperse, que es algo necesario y que a todos nos pasa de vez en cuando. Porque necesitamos rompernos para sacar una versión mejorada de nosotros. Y si, ya sé que duele y que no es lo que nos enseñan cuando somos pequeños, pero es que así son las cosas, para hacerte fuerte primero debes hacerte pedazos deben lloverte varias hostias.

Así que de verdad, por muy que las estés pasando, sigue luchando. No te estoy diciendo que no duela, que no sufras, solo te digo que aguantes un poco más y cuando se te vuelva a pasar por la cabeza la idea de rendirte recuerda el esfuerzo que has hecho por salir de ese pozo y sigue luchando porque te digo por experiencia propia que de todo se puede salir.

Date permiso para estar mal pero después resurge, levanta la cabeza y sigue devolviendo golpes, recuerda que perder batallas no es sinónimo de perder la guerra. Y si en algún momento llegas a sentirte solo, recuerda que hay millones de personas en el mundo y el hecho de que algunos no te quieran en sus vidas no significa que no merezcas la pena.

Nunca dejes que nadie te apague recuerda que hay alguien ahí afuera que necesita de tu luz para encontrarse.

Créditos: VG – TwitterInstagram